Un barco parado en tierra.
Una hélice en seco.
Una luz extraña y sobrenatural creando el paisaje.
Viejas cicatrices en la piel de la tierra.
Habrá señales.
Cuando todo se viene abajo, la única salida es empezar de nuevo.
Emprender el rumbo con la Cruz del Sur como guía.
Una tierra en llamas te consume.
El fin del mundo te enredó, ya nada será igual.
Las naves han sido quemadas.
HABRÁ SEÑALES
Serie HABRÁ SEÑALES
Habrá Señales en Somos Asado puede verse desde el 11 de agosto hasta el 3 de noviembre de 2024 en Somos Asado - Scalabrini Ortiz 651, CABA. Consultar días y horarios de visita en las redes del restaurant.
Acerca de HABRÁ SEÑALES
Habrá Señales es un proyecto fotográfico que profundiza acerca de mi relación con el territorio en los tiempos vividos en Tierra del Fuego, provincia argentina de la Patagonia que marca el extremo sur continental de América. Abarca imágenes realizadas a lo largo de varios años (más de una década), y es un proyecto en continua transformación.
La primer exposición de Habrá Señales se puede experimentar en Somos Asado, un restaurant en Buenos Aires. Dado que no se trata de una sala propiamente dicha para muestras de arte, había que aprovechar las diferencias y utilizar el espacio lo mejor posible. Surgió la idea de plantear una muestra site-specific, que se adaptara a las características del lugar.
El espacio de Somos Asado cuenta con 4 paneles negros de 90 x 180 cm cada uno. Como la cantidad de fotos era limitada por los paneles expositivos, que a su vez no podían estar sobrecargados de imágenes, en una charla con Sofía López Mañán surgió la idea de utilizar vinilos. Estos tendrían impresa una imagen, grande pero que dejara un amplio sector en blanco. Una ventaja adicional: los paneles eran oscuros, al cubrirlos de blanco iban a dar mayor luminosidad al espacio, así como evitar reflejos y dar mayor contraste a las obras colgadas.
En cada uno de los paneles se colgaría, superpuesta, una foto enmarcada. Esto crearía un ritmo diferente en la lectura, además de la obvia diferencia de textura en el soporte.
La idea original era que las fotografías impresas en los vinilos fueran plenas. En la exploración artística surgió la conveniencia de que tuvieran un grado de transparencia, que evitaría el choque con las obras enmarcadas y actuara como fondo para resaltar su figura. Por otro lado, se planteó la presentación de fotos enmarcadas de modo tradicional para proteger las obras, dadas las características de la sala expositiva.
La selección de imágenes costó un poco al principio, luego fue muy rápido. Nuevamente pensando en las características del espacio y del público, que en su mayoría se hace partícipe de modo accidental, se planteó la necesidad de una narrativa simple y con imágenes que llamaran la atención pero sin avasallar la finalidad del espacio donde se desarrolla la muestra.